¿Qué es Quiero Ser Cambio?

Quiero Ser Cambio (QSC) nació a lo largo de 2018 por la imposibilidad de encontrar regalos sostenibles y éticos. Y, poco a poco, fue convirtiéndose en una forma de dar visibilidad a proyectos y marcas sostenibles, justas y responsables.

Después de casi tres años compartiendo ideas y proyectos a través de Instagram, en 2021 llegó el momento de seguir haciendo crecer Quiero Ser Cambio a través de esta web.

En estos años, Quiero Ser Cambio también ha servido para compartir mis esfuerzos para llevar una vida más consciente: que, para mí, significa llevar una vida más sostenible, justa y responsable. Y aunque no vivo una vida 100% consciente ni sostenible, sí intento hacer lo posible para que el mundo en el que vivimos sea un poco mejor.

Si crees que se puede empezar a cambiar el mundo desde las pequeñas decisiones del día a día, entonces estás en el lugar adecuado 🙂

¿Quién hay detrás de Quiero Ser Cambio?

¡Hola! Soy Bea: madrileña, viviendo en Barcelona desde hace ya 5 años, creativa, yogui, rutera, mente inquieta, espíritu viajero, soñadora e idealista.

  • Quiero que mis acciones como consumidora, viajera y, en definitiva, como persona no influyan negativamente en otras personas.
  • Quiero reducir al máximo el impacto negativo de mis actos en las generaciones futuras.
  • Quiero que mi forma de vida no afecte de forma negativa a las personas que fabrican los productos que consumo, ni al medio ambiente, ni al planeta.

Como ya llevo varios años trabajando en esto, sé que no es un camino fácil. Pero aún siendo consciente de las dificultades, ¡no pierdo las ganas de ser parte del cambio!

¿Y a ti? ¿Te sigue apeteciendo unirte?

Si quieres curiosear un poco más sobre mí, sigue leyendo y te cuento que me impulsó a cambiar mi forma de ver el mundo.

¿Cuál fue el verdadero punto de inflexión?

Si lo pienso, no fue hace tanto, diría que fue sobre marzo de 2016 cuando vi un programa de televisión que hablaba del coste del “fast fashion” cuando algo hizo “clic” en mi cabeza. En aquel momento fui consciente (porque supongo que es algo que intuimos, pero sobre lo que preferimos no reflexionar) que comprar 10 camisetas a 3 euros por temporada es una decisión que tiene un impacto demasiado alto en la vida de otras personas y en el medio ambiente. Y decidí que quería dejar de forma parte de ese círculo.

Unos meses después, aprendí qué era el coltán: algo básico en nuestro día a día con un impacto de extracción enorme para miles de familias y para el medio ambiente. Ser consciente de este tipo de situaciones me hizo preguntarme cuánto impacto tienen mis decisiones como consumidora en una gran cantidad de aspectos de la vida de otras personas. Desde aquel momento, la forma en la que consumía cambió bastante. Empecé por la moda y poco a poco fui aplicando el cambio en otros aspectos de mi vida.

Al principio costó un poco, pero cada vez me molestaba menos “no poder” comprar: yo sabía que mis antiguos hábitos de compra tenían consecuencias demasiado negativas y no quería ser parte de ese sistema. No tengo hijos y no sé si los tendré, pero lo que de verdad me importa es el tipo de mundo que queremos dejar a nuestras futuras generaciones: ¿queremos un mundo egoísta? ¿o un mundo más concienciado? En todos los sentidos, yo me quedo con el concienciado.

¿Cómo aplico esta filosofía en mi vida?

Esto es lo que quiero ir compartiendo en la sección de “día a día”: los esfuerzos, los retos, las barreras y, por supuesto, los logros.

Pero para mí es muy importante dejar claro que una de las cosas más importantes de este proceso es no castigarme ni reprochar a nadie aquellas decisiones que no son perfectas o aquellas cosas que hago/ hacemos mal.

Sé que tomo muchas decisiones pensando en crear ese mundo más justo, más sostenible y más consciente del que tanto hablo. Por eso no me juzgo por equivocarme. Porque también soy consciente de que si en un momento puntual tomo una decisión menos responsable ha sido porque no había ninguna otra opción más justa, sostenible o consciente a mi alcance.

Sólo una última recomendación: si has llegado hasta aquí, te recomiendo que sigas esta misma filosofía siempre: no te castigues por lo que no has conseguido o por lo que has hecho mal, el estar preocupándote por ser parte del cambio ya es un gran paso.

Gracias por leerme.

¡Me alegra que hayas decidido compartir este camino conmigo!

¡Ah! Si hay alguna cosa que quieras contarme, me tienes al otro lado.